Nuestra historia

Los estudios CTS ecuatorianos nacieron de la preocupación de los académicos latinoamericanos por la ciencia y la tecnología, y como parte de un movimiento regional orientado a cuestionar la dependencia tecnológica, el papel de la ciencia en contextos periféricos y las políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación. Como cualquier otra comunidad académica, CTS Lab surgió de la colisión de intereses académicos, la construcción de nuevos programas de investigación y las oportunidades de colaboración.

FLACSO fue el primer espacio académico en el país que acogió a los investigadores CTS. Desde 2008 hasta 2012, el grupo se consolidó con el aporte de académicos de Argentina, Colombia, Francia y Estados Unidos. De este modo, se organizó una combinación de genealogías de CTS como herramientas de investigación, debate y formación.

Para iniciar la conversación sobre CTS en Ecuador, María Belén Albornoz, Javier Jiménez y Mónica Bustamante diseñaron seminarios y talleres dirigidos a la comunidad académica, a los innovadores y a los tomadores de decisión. Varios de los primeros invitados a presentar sus trabajos en FLACSO han mantenido estrechos y queridos lazos con CTS Lab. Hernán Thomas de la Universidad Nacional de Quilmes ha sido un mentor del grupo de investigadores desde un inicio, retornando al Ecuador en repetidas ocasiones; su trabajo sobre tecnologías sociales ha sido fundamental en la orientación y misión del laboratorio. Langdon Winner, del Rensselaer Polytechnic Institute, ha impartido múltiples talleres y seminarios sobre Artefactos Políticos, Tecnología Autónoma y Evaluación Tecnológica; su aporte sobre la política de los artefactos tecnológicos ha sido clave en el análisis de las tecnologías emergentes y su capacidad de moldear a la sociedad. Ernesto Lleras de la Universidad de los Andes ha organizado varios seminarios metodológicos sobre Comunidades de Aprendizaje y Estudios Críticos de la Tecnología; su mentoría ha sido fundamental para consolidar el Laboratorio, hoy es parte de CTS Lab. Dominique Vinck, de la Universidad de Grenoble, ha presentado su trabajo sobre Modos de Movilización para el Diseño de Redes, y Juan Manuel González, de la Universidad de los Andes, ha ofrecido seminarios sobre Redes Tecno-Económicas. Todos estos académicos formaron parte del grupo que contribuyó al fortalecimiento de la comunidad CTS en el país.

Esta serie de talleres y seminarios contribuyó a la creación de un espacio simultáneamente «real e imaginado» (Soja 1996, 239) que permitió su reconocimiento como campo emergente en el país. En este contexto, el proceso institucional en FLACSO continuó con la creación de un programa de investigación y formación de posgrado CTS, el Diplomado en Tecnología y Desarrollo. En 2011 y 2012, este programa en línea formó a más de cincuenta estudiantes en todo el país.

Para 2013, la comunidad CTS junto a Hernán Thomas y María Belén Albornoz ya formaba parte del grupo asesor que presentó una propuesta sobre Tecnologías Sociales a la Secretaría Nacional de Educación Superior (SENESCYT) en la elaboración del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador 2013-2017. El marco CTS se utilizó por primera vez en el país para asesorar la elaboración y diseño de políticas. Al hacerlo, la comunidad CTS continuó la tradición seminal de los estudios de ciencia y tecnología de crear un espacio intelectual y sociopolítico. La evaluación de políticas se convirtió en un elemento central de la comunidad CTS. Sus miembros se trasladaron del Programa de Comunicación al Departamento de Asuntos Públicos, donde formaron a estudiantes de máster y de doctorado en el análisis de políticas públicas utilizando la óptica CTS.

Otros dispositivos de inscripción utilizados por la comunidad CTS para institucionalizar su trabajo fueron los Memorandos de Entendimiento entre FLACSO y otras universidades, centros de investigación y agencias de cooperación. Se desarrolló una red de investigación en América Latina con otras universidades como la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), la Universidad de los Andes (Colombia), la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de San Marcos (Lima). Mientras que un importante número de proyectos de investigación-acción fueron diseñados e implementados con el Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo (IDRC) de Canadá, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Comisión Fulbright, la UNESCO, entre otros.

La formación de la identidad también se vio impulsada por la pertenencia a sociedades y asociaciones CTS internacionales. Muy pronto la comunidad CTS participó en las Escuelas y Encuentros de Doctorado de la Asociación Latinoamericana de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESOCITE). Desde 2014, uno de sus miembros forma parte de la Junta Directiva de ESOCITE. Asimismo, la participación en el encuentro anual de la Society for Social Studies of Science (4S) ha sido consistente en los últimos diez años. Desde 2018, la coordinadora de CTS Lab es parte del Consejo de la 4S (2018-2021).

Imaginar una nueva geografía CTS está relacionado con volver visible la red de colaboraciones de investigación y publicación. Miembros del Laboratorio han publicado su trabajo en libros como Computadores y cajas negras (Albornoz, Bustamante y Jiménez 2012), y Estudio sociotécnico de la banda ancha. Una política de e-inclusión (Albornoz y Jiménez 2012). De igual forma han editado varios libros con otros grupos de investigación internacional como Políticas tecnológicas y tecnologías políticas. Dinámicas de inclusión, desarrollo e innovación en América Latina (Thomas, Albornoz y Picabea 2015) y Ingeniería, innovación y tecnología social (Albornoz, Jiménez y Rojas 2017). También han participado con capítulos en el primer Handbook latinoamericano de CTS Perspectivas Latinoamericanas del Estudio Social de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad editado por Pablo Kreimer, Hebe Vesuri, Léa Velho y Antonio Arellano (2014).

CTS Lab es ahora un punto de paso obligado para la producción de conocimiento CTS en Ecuador. El Laboratorio ha funcionado como espacio real y como metáfora de la acción a distancia. La identidad del Laboratorio ha surgido de la hibridez de las prácticas situadas, las tradiciones CTS y las redes. A través de su trabajo con organizaciones internacionales, instituciones gubernamentales y otros centros de investigación a nivel mundial, el Laboratorio ha consolidado un sólido programa CTS en los Andes comprometido con la generación de conocimiento relevante para la toma de decisiones. El Laboratorio ha abierto un espacio para el co-diseño de políticas públicas en contextos locales con implementación experimental.

El Laboratorio patrocina cada año un pequeño número de becas para realizar investigaciones doctorales y postdoctorales, recibiendo estudiantes de Venezuela, Cuba, Colombia, Estados Unidos, Argentina, México y Alemania. Desde 2019, CTS Lab organiza todos los años su Escuela de Verano CTS con la participación de ponentes y estudiantes de diversas partes del mundo. Además, ha sido la sede de la VI Escuela de Doctorado ESOCITE (2019).

Su trayectoria de investigación ahora está también acompañada por una oferta docente. Desde 2021, la Especialización en Ciencia, Tecnología y Sociedad (link a la especialización) se ha convertido en un espacio de co-producción de conocimiento científico, enfocado en la formación de investigadores, emprendedores, analistas y tomadores de decisión. Un programa de formación en línea que reúne a estudiantes de todas las Américas.

La trayectoria de CTS Lab impulsó la creación de la Sociedad de Estudios Sociales de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS Ecuador). De la mano de otras instituciones, esta comunidad epistémica ahora incluye otras iniciativas de CTS vinculadas a la difusión de la ciencia, la antropología y la sociología.

CTS Lab es uno de los protagonistas de la inauguración del campo CTS en el país!!